Auto explorarse
Niños y niñas necesitan tocarse y mirarse para reconocer y comprender su
cuerpo. La curiosidad y el interés que muestran por explorarlo, conocerlo y
experimentar con él sensaciones agradables y placenteras, son exactamente eso y
no otra cosa. Cuando ellos y ellas empiezan a palpar y tocar todo lo que les
rodea se topan con sus propias piernas, brazos, tronco o cabeza, descubren poco
a poco su propio esquema corporal y aprenden a delimitar dónde empieza y acaba
su propio cuerpo. Comprender los límites de su propio cuerpo es lo que les
permite descubrir el mundo que les rodea. Desde ahí, necesitan tiempo para
mirar y explorar el mundo a su manera. Alrededor de los seis meses pueden
discernir lo que permanece constante y lo que varía, y concluir que lo que
permanece constante es su cuerpo. Por eso les gusta tanto jugar al escondite en
ese periodo, aprenden que las cosas (las otras cosas que no son su cuerpo)
pueden desaparecer de la vista y volver a aparecer. En la primera infancia, la
autoexploración se extiende por igual a todo el cuerpo y tocarse sus genitales
es sólo un modo más de descubrirlo y explorarlo. Aunque pronto descubren que
acariciándolos sienten algo diferente que les produce placer. No se trata de
una práctica negativa o inapropiada para su edad y, por tanto, no hay que
evitarla. Aunque tampoco se trata de estimularla. Cada niña y cada niño irán
descubriendo sus modos y ritmos. Es un proceso natural y único en cada criatura.
Link video: https://www.youtube.com/watch?v=_LFHbBnfEg4
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